jueves, 29 de octubre de 2009

Un poco de letras...

Fabián Robles
RECUPERADO DEL BOLETÍN 2, MAYO-JUNIO DE 2006

En 1962 Marshall McLuhan (1911-1980) publicó su obra La Galaxia Gutenberg, génesis del “homo typographicus”(1), en la cual plantea el impacto que tuvo en la sociedad europea la aparición de la escritura alfabética y más tarde la tipográfica, con la aparición en el siglo XV de la máquina de tipos móviles del impresor de Maguncia, arrinconándonos a la exacerbación del sentido de la vista sobre el tacto y el oído.

En sus eruditos textos, McLuhan, el creador de la idea la “aldea global”, plantea una regresión parcial a la cultura que él llama audiotáctil a través de los medios audiovisuales de la era de la electrónica.

Además de McLuhan se han elaborado diversos análisis sobre los cambios en las estructuras mentales y sociales a partir de la llegada de la escritura. La concepción de la escritura como una tecnología que ha tenido gran impacto en la forma de vida de las sociedades se ha diversificado también a través de trabajos de otros autores como Ong(2).

Además del secular proceso de transformación del pensamiento desde la tradición oral hasta la escritura, McLuhan indaga sobre los factores que hacen diferente a la escritura alfabética (latina), estrictamente fonética y de letras individuales que además es común a los idiomas europeos. Sin embargo, se niega a aceptar que el impacto de la escritura alfabética y de la imprenta europea sea el mismo en cualquier cultura.

Al referirse a China se apoya en Kennet Scott para decir que la imprenta inventada hacia el siglo “VII u VIII” no tuvo el mismo impacto que en Europa por carecer del acicate de una revolución industrial y afirma que
“entre los chinos, el propósito de la imprenta no fue la creación de productos uniformes y repetidos para un mercado y un sistema de precios. La imprenta fue una variante de sus ruedas para rezar, un medio visual para multiplicar sus ensalmos mágicos, al modo de la publicidad en nuestros tiempos.” (p.59)

Ante este eurocentrismo cuasi peyorativo, podemos decir que la escritura china es visual y fonética, es un metalenguaje gráfico que no necesita necesariamente ser pronunciado y por ello permite que tantas letras sean un camino más práctico para la comunicación entre poblaciones numerosas, en territorios vastos y dialectos e idiomas que hablados son muy diversos pero que tienen un punto que les sirve a la vez de comunión y de ancla: la escritura. Por lo tanto es lógico que la imprenta china esté más cerca de las técnicas de grabado de dibujos que de los tipos móviles y repetibles.

En contraste con los ideogramas, la escritura alfabética tipográfica y la teoría de la legibilidad, están pensadas para no distraer a quien lee con la forma de las letras, haciéndolas sencillas y repetibles, por ello a pesar de ser visual, la lectura alfabética atrofia la percepción de la forma, es decir, cuanto menos nos distraigamos en observar cómo está dibujada cada letra, más nos concentraremos en el contenido, y así arrinconaremos a la psique en la simple reproducción lineal del sonido que podrían haber tenido las palabras contenidas en las letras. (Lo cual no necesariamente contradice a McLuhan).

McLuhan continúa así: “el ideograma no determina la separación y especialización de nuestros sentidos, la escisión de la vista y el sonido, ni la significación que son la clave del alfabeto fonético”. (p.59)

Si McLuhan nos hubiera acompañado un poco más en este mundo habría visto los sistemas de cómputo basados en iconos, es decir, en comunicación suprafonética al estilo de los caracteres chinos. La ventaja de la escritura ideográfica sobre la fonética es que no se desdeña a la comunicación visual y se depende menos del habla, se trata de un metalenguaje
visual.

La escritura china fue adoptada por los idiomas japonés, coreano y vietnamita. En nuestros días, en el caso de los dos primeros, más de 70 por ciento de su léxico tiene raíz en el chino, aunque sus gramáticas sean muy lejanas.

En el caso de la escritura coreana, el hangul, fue diseñado (entre 1444 y 1446) para trascender los miles de caracteres chinos (hanja) y hacer posible la representación gráfica muy sencilla de una fonética tan complicada como la del coreano. La especial característica del hangul es que se trata de un sistema de letras uniformes y repetitivas. Según Labarre (3) (p.63), ni la imprenta china, ni la imprenta coreana de tipos móviles y mecánicos del siglo XIII son mencionadas en ningún texto occidental y por lo tanto sería muy osado aseverar que Gutenberg se inspirara en ellas. Pero lo que sí se puede ver claramente es que la viabilidad de los tipos móviles en Asia, fue posible gracias al hangul.

Sin embargo, no por el simple hecho de ser una escritura fonética y de tipos móviles, el hangul ha tenido el mismo impacto que el alfabeto latino ya que está diseñado para coexistir con las letras chinas, por lo cual los caracteres se agrupan por palabras o sílabas, lo que les resta la individualidad del abecedario, aún hoy en que la escritura china es ya muy poco común en Corea. Los elementos para determinar el impacto de la escritura en las culturas humanas son muchos y complejos, pero es evidente que la escritura latina no es la más impactante y no necesariaomente es la más universal.§

Referencias:

1 McLuhan, Marshall. La Galaxia Gutenberg, génesis del “homo typographicus”. Aguilar, Madrid, España, 1962.
2 Ong, Walter. Oralidad y Escrtura, tecnologías de la palabra. México, FCE, 1982.
3 Labarre, Albert. Historia del libro. México, Siglo XXI, 2002.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Mono en concierto: un lunes de post-rock japonés en la Ciudad de México.



Juan Antonio Yáñez

Siendo alguien que creció escuchando rock, la primera vez que me encontré con el concepto post-rock mi postura fue bastante renuente. El hecho de crear con instrumentos típicos de este género, sonidos tan distintos a los que estaba acostumbrado, me hacía fruncir el seño. Además, para mí una parte importantísima del rock era la interpretación del vocalista que le daba personalidad a cada canción; así que la idea de nunca incluir voz en música que parece rock pero no lo es, me parecía algo sin sentido.

Sin embargo, en la medida que lo he escuchado en vivo mi opinión ha cambiado, y ahora estoy convencido de su potencial para atraparme y llevarme a dar un paseo. Esto lo corroboré la noche del 19 de octubre, cuando el cuarteto japonés Mono se presentó por primera vez en México. El Poliforum Cultural Siqueiros no pudo ser un mejor escenario para un primer contacto, casi íntimo, entre los oriundos de Tokio y sus seguidores mexicanos, quienes sin importar la jornada de trabajo y la espera, disfrutaron las casi dos horas de música introspectiva, hipnótica y siempre trágica.

En lo que fue la presentación de su último disco Hymn to the Immortal Wind (2009), Mono demostró su madurez como una de las bandas representativas de un género que no arrastra multitudes. Y es que su música surge de un terreno distinto a la enorme industria japonesa del pop chatarra que ha creado tanta demanda en nuestro país. Aquella fue una noche fría de lunes donde no hubo lugar para coreografías ni sonrisas pueriles. Apenas un par de tibias miradas a un público receptivo a una música que es todo menos “linda” (kawaii). En el diálogo entre Tamaki (bajista) y sus dos guitarristas, Mono entretejió una atmósfera de emociones desnudas, de imágenes oníricas que no todo el mundo sería capaz de mirar de frente y aceptar como suyas.


Tal vez haya quien tenga otra lectura de lo sucedido al interior del Poliforum. Pero finalmente este es a mi juicio, el valor fundamental de lo que Mono ofreció aquella noche: una propuesta adulta, música bella porque es horriblemente humana y libre de todo deber ser.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Mozart en China

Hola queridos melómanos y amantes de la cultura oriental. Les doy la bienvenida de nueva cuenta a esta sección de Kumo 9. Ahora les presento a uno de los grandes exponentes musicales contemporáneos en Asia y el mundo. Hoy hablaremos de Lang Lang.

Nacido en Shenyang, China, comenzó a tomar lecciones de piano a los tres años con el profesor Zhu Yan-Fen. No fue sino hasta dos años después, cuando ganó su primer premio en el Concurso de Música de Shenyang, en la que fue su primera presentación. A los once años, ganó el primer lugar en el cuarto concurso Internacional de Jóvenes Pianistas de Alemania.
Se ha destacado por sus grandes interpretaciones. A los trece años tocó completos los veinticuatro estudios de Chopin y ganó el primer lugar en el Concurso Internacional de Jóvenes Músicos Tchaikovsky de Japón.

Lang Lang y la fama.
En 1999, cuando tenía diecisiete años, tocó el Concierto para Piano Número Uno de Tchaikovsky con la Orquesta Sinfónica de Chicago, sustituyento en el último minuto a André Watts en el Festival “Gala de la Centuria” de Ravinia, .
El Tribune de Nueva York, le llamó el más grande y más excitante talento del teclado descubierto en muchos años. En 2001 hizo su debut en el Carnegie Hall con Yuri Temirkánov. También viajó a Pekín con la Orquesta de Filadelfia en una gira que celebraba su centésimo aniversario; durante el cual actuó para una audiencia de 8 mil personas en el Gran Salón del Pueblo. En ese mismo año hizo su aclamado debut en los Conciertos Sinfónicos de la BBC, a lo que la crítica del The Times de Londres escribió: “Lang Lang tuvo un éxito rotundo en el Royal Albert Hall... Esto bien podría ser historia en la actuación.” En 2003, volvió a los Conciertos Sinfónicos de la BBC para el concierto de Primera Noche con Leonard Slatkin.

Durante el 2007 Lang Lang hizo una aparición con Andrea Bocelli en la celebración de sus quince años de carrera con la canción “Io Ci Saró”. De igual manera, en 2008 participó en el disco de Andrea, Vivere Live in Tuscany y se presentó en el Teatro del Silenzio con las melodías “Io Ci Saró” y “Hungarian Rhapsody”.
Ahora trabaja junto con la Orquesta Sinfónica de YouTube haciendo uso de sus conocimientos para la selección de los nuevos músicos para la orquesta.


Con esto damos por terminada esta sección, espero que escuchen mucha y muy buena música.
Opiniones y sugerencias pueden ser enviadas siempre a: sibelius.triste@yahoo.ca
¡Bendiciones!

lunes, 7 de septiembre de 2009

Estilos de shodô




(Boletín ACIA, núm 5 nov-dic de 2006, Damian Adame)

El shodô (literalmente “camino de la caligrafía”, 書道, derivado del chino 书法 shufa, las reglas de la escritura) es el arte de la caligrafía en Japón, nacido desde la introducción de los caracteres chinos y su adopción como escritura oficial. En el estudio y la práctica, el shôdo se divide en varios estilos:A) Reisho (隷書, en chino Lishu): estilo de trazos rudos utilizado por los escribanos. Suele escribirse con pincel, destacando el inicio y final de cada trazo. Dentro del reisho hay dos estilos: el korei, y el hanrei. Se comenzó a utilizar en la dinastía Han (漢, かん206 aC a 220 dC) de china por las personas de bajo nivel, auque paralelamente se usaba aún el tensho (篆書) estilo originado en la era Quin (秦, しん).B) Kaisho (楷書, en chino Kaishu): este estilo surgió a finales de la dinastía Han tardía (後漢) y representa el origen de los diseños de letras para imprenta, lo cual lo ha hecho trascender a su época. Es el más común y se utiliza en los diarios, revistas y escritura personal. Sus trazos son rectos y angulosos.C) Sôsho (草書): literalmente “escritura de hierba”, corresponde a la escritura cursiva. Existen tres variantes de sôsho: rementa, que es curvilíneo conectado; dokusotai, que es discontinuo; y kiyosotai, una variante del anterior.
El sôsho tuvo mucha importancia en Japón por ser el que dio origen a la escritura kana. Estos últimos son una adaptación a partir de caracteres chinos para expresar fonéticamente las sílabas del japonés. D) Gyôsho (行書, en chino Xingshu): estilo semicursivo, parecido al kaisho pero con trazos más redondeados. Como los kanjis en kaisho son rectilíneos y angulados, y los kanas son curvilíneos, algunos calígrafos desarrollaron un sistema semicursivo para conseguir una mayor armonía entre ambos tipos de caracteres. El gyôsho y el sôsho surgieron durante la era Los Tres Reinos de China (220-280 dC).


Escríbelo en chino: habrá millones que te entenderán

(Columna de Fabián Robles Boletín ACIA 5, nov-dic de 2006.)

Durante el siglo XX, con la invención de las computadoras, muchas de las fantasías de dar órdenes verbales a máquinas inteligentes fueron tomando forma cuando estos "cerebros electrónicos" (como se les llama en chino) se devoraron a la máquina de escribir y a la televisión, para llegar a la forma que actualmente tienen. Cuando la computadora se comunicó con el ser humano por medio de una pantalla, se dio el primer careo del hombre con la máquina y fue necesaria la creación de una interfaz (de interacción y de rostro o faz, en inglés face) que permitió un diálogo entre el hombre y la máquina.

Las primeras interfaces consistían en escribir palabras o instrucciones para que la computadora ejecutara funciones. Era necesario que los usuarios memorizaran listas de vocabulario en inglés y las escribieran sin variaciones para entablar comunicación con los ordenadores; lo cual limitaba su uso a las personas interesadas y dispuestas a tener un entrenamiento específico para su manejo.

Años después junto con el mouse surgieron las interfaces visuales, que revolucionaron la comunicación con las computadoras, ya que están basadas en dibujos o iconos que al ser tocados permiten dar instrucciones sin necesidad de palabras. Lo que en un principio fue un complemento de los menús textuales, permitió la popularización del uso de las computadoras y dejar de lado las listas de instrucciones para indicar de una manera más directa lo que deseamos que la máquina haga.

Por ejemplo hoy, para ordenarle a una computadora que guarde la información que estamos procesando, sólo tenemos que tocar con el mouse el dibujo de un floppy disk que aparece en la pantalla. Aunque la computadora esté configurada en inglés, en árabe, en chino o en japonés, la acción será la misma, pero en la mente del usuario y en los instructivos, la palabra que se emplee para denominar tal acción será propia de cada idioma. Si un mexicano usa una computadora japonesa, dirá "guardar" aunque el sistema lo inteprete como "上書き保存". Es decir, éstas han trascendido el lenguaje hablado y han enfatizado su comunicación con el ser humano a través de la representación gráfica y las otras formas de ordenar, es decir seleccionar palabras en una lista, oprimir combinaciones de teclas o escribir las instrucciones y hasta dar órdenes verbales.

En español decimos guardar, por lo que la combinación de teclas para tal instrucción es: Ctrl + G; pero en inglés se dice save y la misma acción se logra a partir de Ctrl + S, lo cual hace menos universal este tipo de comunicación. Con el paso de los años, las formas de almacenar datos han cambiado y los otrora populares floppy disk son cada vez más difíciles de ver. Sin embargo, su imagen tan directa en su representación de la realidad se ha vuelto cada vez más abstracta.

Podemos decir que las nuevas generaciones de usuarios no habrán conocido los floppy disk como objetos, pero posiblemente tendrán que memorizar y asociar tal imagen a una función que seguirán necesitando y resolviendo a través de otros tipos de dispositivos.

Esta tecnología de comunicación icónica, jactancia de la gente de las últimas décadas, no es un invento nuevo. El uso de miles de caracteres chinos que se han empleado para escribir el chino, el japonés y el coreano en los últimos dos milenios, ha seguido un proceso similar al que hoy vemos con las computadoras.

Por la fuerte y prolongada influencia de China los otros países absorbieron la escritura, pero no alteraron grandemente sus idiomas hablados (salvo en cierto porcentaje del léxico). Cuando aprendemos una lengua extranjera es muy común decir: –aprenderé a hablar italiano–. Es el caso de los idiomas que se escriben por medio del abecedario latino, en el cual las letras sirven como un instrumento de conservación y reproducción de las palabras habladas. Son signos con valor fonético que al ser colocados en secuencia, nos permiten reproducir la "película" o la "grabación" de lo que hubiera expresado al hablar quien las escribió. Sin embargo, decir "hablar japonés o chino" nos deja la inquietud de si también leemos y escribimos japonés o chino.

Auque los idiomas influidos por la escritura china han creado escrituras vernáculas, la comodidad de los ideogramas chinos ha sido preferida, –a excepción de la reciente semiabolición de ellos en Corea–. Ello ha generado sociedades con índices prácticamente nulos de analfabetismo y de grandes cantidades de lectores.

Las críticas de quienes sostienen la tesis del antagonismo occidente civilizado-oriente exótico y adelanto-retraso civilizatorio; acerca del "retraso" de la prolija escritura china frente a las ventajas del sintético alfabeto, son cada vez menos sostenibles conforme la humanidad de la era de la información y la globalización, y sus computadoras se van dirigiendo (avanzando) por el mismo camino de comunicación visual (metalenguaje visual) que siguió el orbe chino en la antigüedad.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Asiste Miwa Sachiko a estudios para la elaboración de planes de clase de japonés.

Fabian Robles

Este verano, como cada año, la AMIJ (Asociación Mexicana del Idioma Japonés, AC) llevó a cabo el curso intensivo de verano para profesores de idioma japonés en México. 40 profesores de japonés de diversos estados de la república se congregaron en la ciudad de México en las instalaciones del centro cultural e informativo de la Embajada de Japón en México los días 7 y 8 de julio.




En esta ocasión se contó con la presencia de la profesora Miwa Sachiko, autora y coautora de diversos libros de enseñanza de japonés tales como Minna no Nihongo, Shin Nihongo no Kiso, Chuukyuu he ikoo, entre otros publicados por la empresa 3A Corporation.

La profesora Miwa hizo la donación de 20 libros de diversos títulos a las escuelas de idioma japonés de México. La biblioteca de ACIA fue favorecida con el libro de nivel intermedio Chuukyuu wo manaboo.

Los profesores de japonés de nuestro país tuvieron la oportunidad de compartir el estudio y la experiencia de la profesora Miwa quien se dedicó a fomentar la creatividad de cada docente en la planificación de dinámicas de clase. Además hizo una reflexión sobre cómo se han llevado hasta ahora las dinámicas de clase y sobre cómo mejorarlas. El curso estuvo enfocado al libro Minna no Nihongo (Lecciones 1 a 25).





Durante el curso la profesoras Karen Ishi de la Asociación México Japonesa e Ito Minako del Instituto de Intercambio Cultural México-Japonés AC de Guadalajara, expusieron algunas ideas y experiencias sobre el uso de este material didáctico en sus instituciones.Este curso fue realizado gracias al patrocinio de la Fundación Japón en México y el apoyo del Centro Cultural e Informativo de la Embajada de Japón en México así como la empresa editorial japonesa 3A Corporation. Felicitamos a los 3 profesores de la ACIA que participaron en este curso actualización y mejoramiento.






Enlaces:
www.kyoshikai.org.mx

EXPOSICIÓN DE TESHIMA TAIRIKU: BELLEZA Y PERFECCIÓN EN EL SHODÔ


Minoru
Distrito Federal, México
Domingo 23 de agosto de 2009 11:50


Pienso que independientemente de si se posee una gran habilidad o no, la esencia del arte de la caligrafía shodô es la búsqueda de la perfección, escribe en la presentación de su exposición Teshima Tairiku, hijo del reconocido caligrafista japonés Teshima Yûkei, quien presentó hoy su exposición de shodô En busca de la belleza en la caligrafía japonesa.


El acto se llevó a cabo en el Centro Cultural San Ángel, con presencia de gente especializada en el arte shodô y en la cultura japonesa en México. Se contó con la asistencia de Takeshita Sachiko, asesora de la Dirección Regional del Museo Memorial Hikaru; Susan Marcos Kanzas, profesora de la Universidad del Estado de Pittsburgh en Educación y Arte; del licenciado Fabián Robles, director de la Asociación Cultural para la Investigación de Asia, AC y de la productora de teatro Ida Akiko. Como presentación de la exposición, Takeshita dio ante la audiencia lectura a una carta de Teshima Tairiku justificando su ausencia en el evento. En dicho escrito Teshima rememora el 400 aniversario del intercambio cultural Japón-México, y la primera llegada mexicana al archipiélago japonés en 1609.


En sus palabras, Teshima se describió muy gratificado con el espíritu pionero de aquellos japoneses que hace 110 años pasaron numerosas dificultades para emigrar a México y externó su deseo de que esta exposición del auge de la caligrafía pueda contribuir al desarrollo de una verdadera amistad y sinceras relaciones entre ambos países.


Por su parte, Robles dio una breve explicación sobre el idioma japonés, y sobre el shodô y las diferentes técnicas que este arte posee, dando ejemplos en algunos trabajos presentados en la exposición.


Así mismo, Susan Marcos Kanzas, estudiosa de la obra de Teshima Tairiku por 4 años, dio una breve plática sobre el sentimiento que las obras transmiten, haciendo hincapié en que no se necesita del estudio profundo del idioma japonés para comprender la sensibilidad de estas, dando ejemplos en dos obras expuestas por Teshima.


El acto concluyó con un breve brindis acompañado de bocadillos y la invitación a recorrer la exposición.

Enlaces:
http://www.dokuritsu.or.jp/