lunes, 6 de enero de 2020
miércoles, 20 de febrero de 2013
Editorial: ¿Cuánto tiempo más llevará?
Durante la última década del siglo xx surgió la idea de crear un espacio de difusión cultural e intercambio entre México y algunos países del continente asiático.
Con la idea de reducir
la visión exótica y etnocéntrica que hay en México al referirse a lo que muchos
llaman “el Oriente” y fomentar un pensamiento más objetivo de personas en un
contexto de igualdad, el proyecto fue tomando forma desde 1998, y finalmente,
en febrero de 2003, se dio inicio de manera oficial a la Asociación Cultural
para la Investigación sobre Asia (acia).
¿Por
qué acia, con “c”? Porque la idea central de este proyecto es
reescribir nuestro concepto de “los otros”, y así poder conocernos mejor a
nosotros mismos. Es decir, volver a escribir lo que ya creíamos saber y ser
genuinos.
Desde
entonces se han ido 520 sábados de clases con la convicción de que, para
conocernos, lo mejor es hablarnos y leernos directamente, sin intermediarios
como el inglés o el francés.
Sería
muy difícil narrar estos 10 años. Hablamos de casi 2,000 matrículas expedidas,
cerca de 18,000 horas de clase y lo que no se puede enumerar: el entusiasmo de
tantas almas que han pasado por nuestras pequeñas aulas y la magia de hacer lo
que nos gusta. Cada quien tiene algunos fragmentos de este sueño.
Unas
sillas de segunda mano y un pequeño salón de clases bastaron en un principio
para que algunos valientes creyeran en nosotros y se inscribieran a nuestros
cursos. Algunos de ellos están usando lo que aprendieron en la acia en su vida actual. En
qué país viven, en qué empresa trabajan, con quién se casaron, en qué lugares
estuvieron y qué personas estuvieron cerca del nacimiento de sus hijos...,
¿cuántas de esas historias comenzaron en nuestras aulas?
Llega
el décimo aniversario y lo recibimos en medio de una multitud de voces y
proyectos que necesitan más y más espacios para expresarse y desarrollarse. A
la acia le queda muy poco tiempo para voltear a ver atrás.
Pareciera que falta mucha más infraestructura para atender a cada voz, que
falta más tiempo para canalizar tanta riqueza de ideas y propuestas en nuestros
cuatro departamentos: la escuela, la biblioteca, el boletín y la librería. De
un sueño, se está convirtiendo en una responsabilidad cada vez mayor ante la
gran expectativa de la tan plural juventud mexicana que a su vez está cambiando
aceleradamente.
Creímos
que serían pocas las personas que se acercarían a una idea como ésta, pero hoy
sentimos que el alcance de este proyecto es mayor de lo que sospechábamos. La acia ya no es la idea de una
persona, sino de un equipo que busca dar un mejor servicio cada día. Dedicamos
toda la capacidad grupal a corresponder a tantas expectativas e innovar en
proyectos académicos y educativos.
La nueva generación está marcando una ruta que nos hace
sentir que tal vez vayamos por el camino correcto, y que nada de la experiencia
recabada a lo largo de estos 10 años nos sale sobrando. La respuesta la dará el
tiempo. La historia de la acia
se ha escrito con huellas de muchos zapatos, pero la verdad es que esto apenas
comienza.
Recomendaciones para leer: Persépolis
Jorge Cervantes
Escrita a modo de
diario, la novela gráfica Persépolis nos va narrando en sus cuatro tomos
cómo Marji3 tuvo que aprender, desaprender y volver a
aprender a respetar las leyes de los regímenes gubernamentales que fueron
llegando al poder en Irán.
Con
su dibujos en blanco y negro, la artista nos cuenta cómo siendo niña su
ferviente deseo de ser la última profeta se transformó en la inocente decisión
de emprender una lucha sin tregua contra la irracionalidad, la injusticia y el
odio.
Más
tarde, en sus viñetas nos habla de cómo, cuando ella era adolescente e Irán
estaba en uno de los momentos más álgidos de la guerra, el futuro de Marji
estuvo en riesgo, sobre todo por sus fuertes convicciones políticas
(normalmente opuestas al régimen), ante lo cual sus padres tomaron la difícil
decisión de sacarla del país, pensando que era la única forma de salvaguardar
su integridad, aun cuando esto parecía significar que no volverían a ser una
familia nunca más.
Luego,
la narradora nos da la oportunidad de vivir con ella el periodo que vivió en
Austria, y cómo lejos de todas las personas que amaba experimentó los cambios
físicos y mentales que se dan de la adolescencia a la juventud; y cómo en este
periodo se unió a una pequeña banda de jóvenes anarquistas quienes la admiraban
por provenir de un país en guerra.
También
nos narra que en este periodo, lejos de casa y tratando de huir de la soledad,
se emparejó en una relación ingenua llena de abusos que terminó abrupta y
dolorosamente, lo que la llevó a vivir un periodo nefasto y solitario en las
calles de Viena.
Ya
para el final nos habla de cómo estuvo cercana a la muerte, de su regreso a Irán,
de su decaimiento emocional y sus intentos de suicidio, de cómo por razones
casi divinas reo-rientó su camino, de su entrada a la Universidad de Arte, de
su matrimonio y divorcio y de cómo triste y con una gran convicción personal
decidió abandonar definitivamente Irán.
Persépolis es una historia que
vale la pena leer, ya que en su páginas no nos encontraremos con el reportaje
amarillista y morboso que enfatiza la violencia y la muerte de una Irán que,
según los medios, está permanentemente en guerra. No, en Persépolis nos
encontraremos con el retrato humano, emocional y sin tapujos de la vida de una
iraní que ama a su familia y a su patria, quien nos hace notar que desea, como
cualquier individuo del mundo, tener una nación que sea justa y digna.
Persépolis fue publicada
originalmente en Francia por la editorial independiente L’Association, y tuvo
gran éxito comercial en Europa y el mundo; luego de darse a conocer, cosechó un
buen número de premios internacionales.
Tras
su éxito, en 2007 se estrenó su adaptación animada, la cual dirigió la misma
Satrapi junto con Vincent Paronnaud, siendo igualmente exitosa y premiada.
Entre los reconocimientos que recibió el metraje vale la pena destacar que, en
2007, fue nominado al Oscar en la categoría de Mejor Película Animada y en ese
mismo año fue ganador del Premio del Jurado en el Festival de Cannes.
1. Nombre moderno de la región asiática
antiguamente conocida como Persia.
antiguamente conocida como Persia.
2. Del griego Περσέπολις que significa
literalmente “La cuidad persa”.
3. Sobrenombre con el que llaman a Marjane
Satrapi sus padres y abuela dentro del cómic.
¡Paz a la vista! Construyendo una cultura de la paz alrededor del mundo
Claudia Camacho
El pasado 14 de
diciembre inició, en el puerto de Yokohama, el 78.° viaje de Barco de la Paz.
Por más de 100 días, sus pasajeros —originarios de las más diversas regiones
del planeta— tendrán la oportunidad de visitar numerosos puertos en Asia,
África, América y Oceanía con el propósito de crear y fortalecer vínculos de
empatía y solidaridad entre la sociedad civil mundial, como una forma de
generar alternativas a los problemas que amenazan la paz alrededor del mundo.
Barco de la Paz es una
organización no gubernamental con sede en Tokio que nació en 1983 de la
iniciativa de un grupo de universitarios japoneses, quienes, en busca de una
mejor comprensión sobre la agresión militar de su país en Asia, decidieron
emprender un viaje por varios puertos de naciones vecinas para conocer, de
primera mano, testimonios sobre la percepción que se tiene del papel que Japón
desempeñó durante la guerra. Así inició un proceso de aprendizaje que, en
principio, pretende fortalecer los vínculos entre este país y sus vecinos,
mediante un mejor entendimiento mutuo, para consolidar la paz entre ellos.
Con
el pasar de los años, empero, los objetivos de Barco de la Paz han alcanzado un
nivel internacional: buscan no sólo la paz duradera en el noreste de Asia, sino
en todo el mundo. Como ong, se desempeña como una conexión entre organizaciones,
gobiernos y, sobre todo, personas. Al carecer de afiliaciones, ofrece un
espacio neutral, idóneo para el intercambio entre culturas y naciones desde una
perspectiva humana.
Las
actividades de Barco de la Paz se llevan a cabo en un bote de pasajeros que
realiza viajes alrededor del mundo tres veces al año. El objetivo de estos
recorridos es brindar una experiencia de aprendizaje de primera mano en la que
los pasajeros, con base en las experiencias a bordo y en los puertos,
contribuyan a crear conocimientos colectivos sobre los problemas que amenazan
la paz y sus posibles soluciones, de acuerdo con las necesidades reales del
entorno en el que se presentan.
Igualmente,
Barco de la Paz pone énfasis en la realización de actividades artísticas y
deportivas
como una forma de superar las barreras lingüísticas. Éstas se complementan con cursos de inglés y español, en los que el aprendizaje de idiomas se entiende como una herramienta que facilita el intercambio cultural y es base de la amistad y paz entre las naciones.
como una forma de superar las barreras lingüísticas. Éstas se complementan con cursos de inglés y español, en los que el aprendizaje de idiomas se entiende como una herramienta que facilita el intercambio cultural y es base de la amistad y paz entre las naciones.
Mediante
el empoderamiento de la sociedad civil, Barco de la Paz ha logrado construir
redes internacionales de apoyo mutuo basadas en la comprensión de la
complejidad e interconectividad de las diversas realidades mundiales. Aunque
aún queda mucho por hacer, sus logros son un ejemplo de lo mucho que los
ciudadanos de a pie pueden hacer en aras de la paz.
Baila, baila, baila, de Murakami Haruki
Cynthia Arlem
¿Han escuchado la frase
“regresa en tus pasos para poder avanzar”? Es una frase que estuvo siempre
presente en mi mente (o casi siempre) mientras leía Baila, baila, baila,
de Murakami Haruki. Esta novela, plagada completamente de estilo “murakamiano”,
comienza cuando el anónimo protagonista nos transporta al Tokio de los años
ochenta.
Nuestro personaje es un
escritor freelance que llega a un punto de su vida en el cual se
encuentra desmotivado, con un gran vacío existencial y completamente desganado.
Súbitamente algo en su interior le dice que debe volver a ese hotel, al Hotel
Delfín, donde dejó a aquella encantadora chica llamada Kiki: tal vez ella logre
que encuentre la reconexión que él busca desesperadamente.
Al
llegar a Sapporo, se da cuenta de que el Hotel Delfín ya no existe y, en su
lugar, se encuentra el lujoso Dolphin Hotel. ¿Será una coincidencia? Si han
leído a Murakami, sabrán que en sus libros no existen las coincidencias.
Los
personajes son en realidad pocos. Sin embargo, todos cuentan con un matiz único
y especial, y son tan reales como la vida misma, por lo que nos podemos
identificar con ellos. Tenemos a Kiki, la modelo de orejas, quien para nosotros
no es más que un fantasma que aparece y desaparece durante todo el libro; el
Hombre Carnero, quien trata de que todo se encuentre conectado con el Hotel
Delfín y nuestro escritor; la guapa recepcionista del hotel o, como el
protagonista la llama, “el hada del hotel”; la adolescente Yuki, que vive el
eterno desinterés de sus padres; Ame, su madre y famosa fotógrafa que vive
abstraída en su trabajo y ya muy lejos de la realidad; su padre, Makimura
Hiraku, un escritor prolífico aunque pasado de moda muy aferrado a la realidad;
el antiguo compañero de clases del protagonista, quien ahora es un actor famoso
lleno de inconformidad acerca del mundo en el que vive, y Mei la prostituta. A
pesar de que Murakami los detalla de manera excelente, en el fondo ninguno de
ellos es lo que parece.
Poco
a poco, Murakami nos va llevando por un camino en el que las vidas de todos
ellos se van entrelazando misteriosamente. La novela contiene una dosis de
intriga, hay muertes, desa-pariciones, viajes y extraños acontecimientos en el
enigmático hotel.
Personalmente encontré que esta obra está
llena de matices y de narrativa onírica, lenta en algunas ocasiones, pesada en
otras, pero con la capacidad de engancharte. Todo termina en una extraña
espiral, hay sucesos que nos sorprenden, cosas que no nos explican y un final
un poco desconcertante y tal vez inacabado. Desde mi punto de vista, debo decir
que es una obra un poco difícil de explicar, y que no tiene medias tintas: o te
gusta o la odias.
viernes, 16 de noviembre de 2012
Editorial
Se acerca el fin de un año
muy intenso como lo fue 2012 para la ACIA. Lejos de pensar en un “cierre de
año” nuestra asociación se en cuentra llena de proyectos y actividades que no
son más que un reflejo del entusiasmo y ganas de superación de su comunidad.
idioma
japonés ya que a partir de enero de 2013 se pondrá en práctica el libro de
texto Marugoto, una nueva manera de acerase a este idioma diseñada por
la Fundación Japón. En este número hemos plasmado detalles.
También presentamos una
recomendación editorial para los amantes de Corea la cual es parte de una serie
de textos de difusión sobre historia de países de Asia publicada por el Colegio
de México.
Por su parte, sabemos que
leer directamente en japonés, coreano o chino es uno de los anhelos de nuestra
comunidad de alumnos. Debido a que algunos de nuestros colaboradores han
avanzado con su estudio y dominio del idioma japonés, nos dimos a la tarea
de traducir dos breves pasajes sobre el
origen de los caracteres chinos. Creemos que compartir en español lo que está
disponible en otros idiomas es un ejercicio muy valioso para nuestra cultura.
En una última sección
estamos dedicando un espacio a una actividad que ACIA, en conjunto con la
Oficina de la Fundación Japón en México, está organizando: La visita del
artista de manga Kurita Takuya, en la cual llevaremos a cabo un concurso, una
conferencia y un taller en conjunto con instituciones como la UAM Azcapotzalco,
el Museo Universitario del Chopo de la UNAM, así como con la revista Doon! y
Pentel.
Esperamos sea de su agrado.
Recomendaciones para leer: Historia mínima de Corea
Idalia Álvarez
C uando comencé
a estudiar el idioma coreano, no me pregunté cuál había sido su evolución. Sin
embargo, poco a poco me encontré con palabras que en japonés (en mi poca
experiencia sobre todo en animes) y coreano eran muy similares. Pensé que tal
vez los dos idiomas tenían alguna raíz en común. En un inicio fueron
coincidencias, pero pronto las similitudes fueron claras: desde el tipo de
educación hasta la base de su gramática. Pero todo esto va más allá de una
cercanía de países y se remonta a la historia.
Después, llegó a mi el libro Historia mínima de Corea, el cual
presenta un sin fin de información para los interesados en el tema. Historia
mínima de Corea nos abre las puertas al origen de las tradiciones coreanas
y su influencia. En este libro los autores nos relatan cronológicamente el
desarrollo de la historia coreana desde sus bases, la vida de los primeros
habitantes, cuando aún no existía una raza como tal, hasta las conquistas por
parte de Japón. Al avanzar en el libro, uno puede descubrir información nueva
sobre Corea, como por ejemplo, la influencia que tuvo el budismo desde el
principio de su historia como país invadido; la construcción de sus templos
cuya influencia china es evidente; o bien, la introducción del cristianismo por
parte de iglesias protestantes, las cuales difundieron ideales democráticos, de
igualitarismo e independencia, todo ello ad hoc con los intereses de los
Estados Unidos.
Otro punto que no podemos perder de vista en el libro es la historia
del conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur, así como la explicación
que da sobre sus principales líderes, la guerra fría y los conflictos que
llevaron a la conformación de dos identidades distintas. Finalmente, la Historia
mínima de Corea, también nos explica cómo es que Corea del Norte a pesar de
tener un régimen político distinto y de ser poco conocida para nosotros, sigue
subsistiendo, y la historia de la gran influencia de los Estados Unidos sobre
Corea del Sur, la cual se refleja en
muchos anglicismos que forman parte del vocabulario cotidiano de aquel país. La
Historia mínima de Corea es una lectura que no debe faltar para quienes
desean acercase a ese país.
Referencia:
León Manriquez,
José Luis (coordinador) (2009). Historia
Mínima de Corea. México: El Colegio de México. 263 páginas
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